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martes, 11 de enero de 2011

HABÍA UN AMIGO EN MÍ…

Aquel Judas que marcó mi alma, desterró mi cariño, mis ganas, y se vició de mi ignorancia por creer que la verdadera amistad podría durar tanto. Pues ahora me doy cuenta, que una amigo/a puede durarte una vida o un telediario, que con el paso del tiempo yo cambio y él o ella cambia, destrozando el vínculo que nos unía, aquel equipo, aquel o aquella mejor amigo/a, que se fue alejando de mí y yo de él/ella tan lentamente que sólo ahora me doy cuenta de lo lejano que se me ha hecho, de la gran distancia que a podido marcar nuestra amistad y nuestro aprecio. Pues sabes, viejo/a amigo/a mío/a, que no te olvido, al igual que yo sé que tu no me olvidas. Y, aunque me duela reconocerlo, es cierto. Los/las dos sabíamos que nuestra amistad se acabaría consumiendo como se consume una vela. Pues, ese fuego que teníamos al principio, se fue apagando con el paso del tiempo y, ahora que ya no queda prácticamente nada, me da pena.
Con todo, tanto lo malo como lo bueno que hemos vivido, a ti te recordaré como aquel/ aquella mejor amigo/a que marcó mi vida durante mucho tiempo.

Un beso desde aquí y, un placer haberte conocido.

MJ.J.CH

4 comentarios:

  1. Darling, es desde, no des de...
    Un Judas? me suena a haber escrito sobre ellos ayer xDD

    Un beso

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  2. Gracias por decirme lo de la falta, se me había pasado. :)

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  3. Me encantó :)
    te aseguro que hay amigos que son para siempre, pero otros, desgraciadamente, se quedan por el camino. Aunque estoy de acuerdo contigo en que es bueno recordarlos, ya que fueron tan importantes.
    Felicidades por esta entrada, es genial!
    un abrazo:)

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